Orgullo

Qué difícil es tratar con la gente que se deja poseer por el orgullo, ese exceso de estimación propia que a veces lleva a situaciones demasiado complejas e incómodas. Por orgullo podemos incluso perdernos cosas muy buenas que nos ofrece la vida. Por orgullos se pierden muchas cosas buenas, entre las cuales puede estar un amigo...

Entre pinto y valdemoros.

Hay que ver con qué gusto se ríen aquellos que disfrutan de las cosas simples. Simples en la medida en que solo sirven para un presente tan espontáneo, que apenas se puede percibir. Y no digo que sea malo vivir en el presente, todo lo contrario, se debería exprimir al máximo, para mi opinión. Sin embrago en nosotros hay, en la mayoría quiero decir, una sensación, un algo que siempre está mirando al futuro, o cuanto menos, lo tiene presente. Es esa parte de nosotros- digo parte por decir, puede ser cualquier cosa, sensación, región, habilidad...-  la que nos pregunta constantemente por nuestro mañana, la que hace que lo tengamos un poco en presencia, aunque solo sea un poco. Y hay entran las cosas no simples, las que preocupan a aquellos que miran un poco más delante de sus narices, a aquellos que tienen presentes dos cosas: que el futuro no es cierto, y que no estamos solos en el mundo. Lo primero influye mucho en la cuestión ya que si éste no es cierto, ¿para qué preocuparnos por él? La segunda es un poco más lo que se llama solidaridad, empatía, "compasión". El caso es que para los que piensan que el futuro es incierto y por ello no merece la pena preocuparse por él están, en lo cierto, en todo su derecho de pensar así, pero ¿Si quieres disfrutar cada momento, no deberías preocuparte por el momento que sigue al que estás viviendo? ¿debes olvidarte de él porque sino no estás disfrutando el que vives?...