lunes, 22 de diciembre de 2014

Gracias.

No os hacéis una idea del tiempo que llevo queriendo escribir las palabras que siguen a continuación. El hecho de que lo haya pospuesto tanto da para un par de sesiones de psicólogo. Pero lo importante es que finalmente las estoy escribiendo.

Hace un tiempo, tuve una conversación espontánea con una muy amiga mía. Sus palabras me hicieron darme cuenta de una realidad que la mayoría de nosotros, aunque no exactamente igual que la mía, compartimos. Más o menos decía así:

"Tienes suerte Iván. Tienes una novia a la que quieres. Unos amigos que quieres y te quieren. Una familia que te quiere. Te va bien en la universidad... Tienes mucha suerte Iván.".

No puedo estar más de acuerdo con ella.

Ahora bien. Hace más tiempo aún me contaron que la suerte no es algo azaroso que viene y va sin rendir cuentas a nadie y que sonríe a quien a ella le da la gana. No toda la suerte es así. Hay cierto porcentaje que sí, pero no es la mayoría absoluta. Me mostraron que la suerte sonríe al que la busca. Que uno tiene suerte en un examen la mayoría de veces cuando se lo ha preparado bien. Por ejemplo.
En resumen, que la suerte que la mayoría conocemos es un resultado. Resultado de un esfuerzo.

Estamos de acuerdo en que no toda la suerte es así. Me parece bien, pueden haber discrepancias. Que somos humanos, coño.

Pero yo sí pienso así, porque me he dado cuenta de que cuanto más me he currado algo, más suerte he tenido en relación a ello. Y son varios los casos y las situaciones que no me voy a poner a contar porque no es lo que quiero transmitir con esto. Simplemente quiero aclarar una cosa.

No sé qué es lo que he hecho para obtener esa otra suerte, la que me resaltó mi amiga. No sé qué es lo que he hecho para conocer a mi chica, para que ahora estemos donde estamos. No sé qué he hecho para conocer a esos amigos sin los cuales no sería quién soy. Ni estaría donde estoy. No sé qué he hecho para tener esta grandísima familia, término que en estos días es tan sonoro..., que me ha hecho, en parte, ser como soy. Lo que sí sé que es lo que he hecho, es en el tema de la Universidad.

En fin. En definitiva, quería que este texto sean unas palabras de reconocimiento a aquellos que hacen que hoy día mi vida vaya en el tan buen rumbo en el que va. Y quería agradecerles el hecho de que estén ahí conmigo.

Que los quiero, a todos y cada uno de ellos. Y no hay día en el que no me acuerde de ellos.


Gracias.